La autoevaluación se concibe como un proceso sistemático que hace parte de la gestión de la carrera y que se realiza en procura de valorar su nivel de calidad, para emprender las acciones de mejora y fortalecimiento que conlleva la búsqueda de la excelencia académica, desde una lógica de mejoramiento continuo. Por su parte, la acreditación se comprende como el reconocimiento que realiza un ente externo a la universidad, que da fe del nivel de calidad que ostenta la carrera.
La autoevaluación nos ofrece:
- Oportunidad para potenciar el mejoramiento continuo de la carrera y de la institución: “ordenar la casa” y avanzar hacia la excelencia.
- Reconocimiento de fortalezas de la carrera y de la institución, para su sostenibilidad y reforzamiento
- Identificación de las áreas de mejora de la carrera y de su entorno, para generar las acciones para su atención.
- Herramienta de gestión de la calidad para la consolidación de una cultura de mejora continua.
- Posibilidad de fortalecer e innovar la oferta académica en beneficio del estudiantado.